Raras veces en la historia del cine un guionista adquiere un papel tan determinante como Jorge Semprún. Gran parte de sus guiones trazan un retrato imperecedero de la capacidad del cine como artefacto de intervención política.
Escribe para Alain Resnais La guerre est finie [La guerra ha terminado, 1966], de resonancias autobiográficas, y Stavisky (1974). De su colaboración con el cineasta griego Costa Gavras surgen tres clásicos de la denuncia a través del cine: Z (1969), L’aveu [La confesión, 1970] y Section spéciale [Sección especial, 1975]. Jorge Semprún firma quince proyectos como guionista entre 1966 y 1997. Es nominado dos veces a los premios Óscar en la categoría de mejor guion por las películas, La guerre est finie y Z.
A lo largo de su vida fueron muchas las historias que quiso llevar al cine, pero no siempre fue posible. En su archivo personal, atesorado en la Bibliothèque littéraire Jacques-Doucet en París, se conservan varios guiones inéditos.